En su novela "En busca del tiempo perdido" o "Recuerdo de las cosas pasadas", Marcel Proust tropezó con el concepto de memoria involuntaria. Proust notó cómo comer una galleta de magdalena mezclada con té evocaba recuerdos de la infancia. La ciencia moderna ha demostrado que estaba en lo cierto, aunque la memoria involuntaria está más relacionada con el olor que con el gusto.
El sentido del olfato es uno de nuestros sentidos más importantes. Los expertos afirman que éste está conectado directamente con el sistema límbico del cerebro, y aquí es donde almacenamos los recuerdos, buenos y malos.
Dada la importancia de este sentido y habiéndose demostrado científicamente la conexión de éste con nuestro cerebro para evocarnos sentimientos positivos o negativos, es de gran importancia seleccionar un aroma atractivo para los posibles compradores: los aromas agradables pueden tranquilizar a las personas y despertar recuerdos positivos.
Una manera de despertar esos recuerdos positivos es seleccionando un buen aroma, porque un olor agradable, afectará inconsciente y positivamente la forma en que se sienten los posibles compradores en la visita a esa vivienda, haciendo que en muchos casos acaben gravitando por la casa de manera distinta, creando una mayor conexión emocional con ella.
Sin embargo, cuando detectamos malos olores, es algo intuitivo pensar que hay problemas estructurales con la propiedad, como infiltración de agua, fugas de gas, problemas de moho o aguas residuales, por ello, es muy importante tener en consideración de forma seria las olores que se perciben en una vivienda, una olor desagradable puede hacer peligrar la venta de una vivienda.
Para tocar los sentimientos positivos o los recuerdos de los posibles compradores cuando vienen a ver una propiedad en venta, tiene sentido refrescar el aroma en una casa. Velas, difusores de caña, difusores de aceites esenicales son opciones obvias, especialmente en la entrada y en los baños. Pero como siempre, los excesos no son buenos, por ello, hay que hacerlo con moderación, ya que si el ambiente es demasiado abrumador no solo puede ofender a las narices sensibles, sino que los compradores escépticos pueden temer que el vendedor esté tratando de enmascarar un olor indeleble.
Ahora tocaría elegir el aroma adecuado y marcar la diferencia, pero este tema lo dejo para mi próximo post.
Le invito a seguirme en mi cuenta de Instagram donde podrá descubrir temas de interés del mundo del Home Staging y la decoración.
留言